lunes, 13 de enero de 2014

Vang Vieng y nuestro voluntariado (I)


Eran las 6,30 de la mañana del Lunes 1 de Julio de 2013, cuando ya estábamos preparados para ayudar en la granja.
Tímidamente nos acercamos al lugar donde se encontraban las cabras.
En la parte baja del establo de dos pisos, se encontraba lo que imaginábamos, era el compost.
Allí no había nadie... Nos movimos de un lado a otro... pero sin alejarnos demasiado, no fuera a ser que nos encontrásemos con una "bestia inesperada"... pero por allí seguía sin verse a nadie.
De repente nos apareció un chaval como de unos 14 años y le preguntamos qué podíamos hacer, pero el pobre chico lo único que nos devolvía era una tremenda sonrisa de oreja a oreja.
No tenia apenas nivel de ingles como para explicarnos qué podríamos hacer, pero entre su poco nivel de ingles y con gestos, pudimos entendernos.

La granja con la plantacion de Mulberry. Foto, organic farm.

La tarea de hoy para mi, limpiar el suelo de frutos que caían de los arboles. Y para Sabri, limpiar el suelo de hojas. Y así pasamos las horas...
Afortunadamente, en un momento dado, vimos a Mike, el americano, quien nos explicó como funcionaba todo en la granja y de paso nos presentó a "Shai", el chico con quien habíamos hablado antes; A "Pai” otro niño de 11 años, (ambos trabajan en los meses de verano en la granja para ganarse un dinero y poder ayudar a sus familias), y por ultimo a un hombre mas mayor quien hace las tareas duras... pero este ni papa de ingles, aunque con una sonrisa igual o mayor que la de Shai.

Pai y yo, cortando las hojas para las cabras.


Sabri con Pai y Shai.

Puedo decir que en general, estuvimos bastante perdidos en el tema granja durante toda la semana, aunque empezábamos a pillarle el tranquillo. Como siempre, hay que aplicar uno de mis refranes favoritos, "Donde fueres, haz lo que vieres".... y todo empezaba a fluir.
En cuanto a las clases... bueno, eso si que fue otra historia...

El tal Bob que se presento aquel Lunes a la mañana en la granja, delegó las funciones de organización de las clases a Mike. Y este nos comento cómo estaba el tema por allí. Él tenia dos clases, con 2 niveles diferentes, (de 14 a16; Y de 16 a 18 años), y nos aconsejo coger a los mas pequeños para ver cómo nos des envolviamos.
Mike nos adelanto que eran niños de entre 5 y 13 años, y la gran mayoría no tenían ningún nivel de ingles.
Estábamos impacientes y a la vez nerviosos imaginándonos cómo seria nuestro primer día como profesores...
Bueno, pues os puedo confesar que nuestro primer día fue un autentico desastre... !

La escuela se encuentra a unos 4 km de distancia hacia el Norte, desde la granja.
Fuimos hasta allí en bicis de paseo, medio destartaladas que nos prestaba la granja.
El paseo era genial, porque vas dejando el río y las montañas a la izquierda, (las cuales hacen un paisaje espectacular), y vas pasando por delante de algunas casas o comercios que íbamos viendo a nuestra derecha.

La escuela era lo mas básico que había visto nunca. Afuera, un descampado a la entrada, donde jugaban los niños. Y en cuanto a las aulas, cuatro clases con las paredes y el suelo que se caia a pedazos, con unas pizarras casi blancas de lo usadas que estaban. Los pupitres, como de la epoca de los 50 en Espana (de a dos y de madera), cada uno de un tamano distinto. Y los bancos respectivos que se rompian solo con mirarlos.
Los baños?... Todos los días teníamos un montón de niños que en medio de la clase, y con las manos puestas en plan rezo, nos pedían ir al baño... Un día decidí ver donde estaba el baño... pero allí no había nada mas que un descampado...

Asi es como van ellos a la escuela.

Aspecto de la escuela con las aulas al fondo.

Nos encontramos una clase con cerca de 40 niños con edades comprendidas entre los 5 y los 13, tal y como nos dijo Mike. Pero como os podéis imaginar, era una situación muy difícil de llevar. No podían estar todos juntos con edades tan diversas.
Tan solo fue una hora de clase, pero a nosotros nos parecieron como 3!.
La segunda hora la pasamos en la segunda clase de Mike, con la de los mayores, ayudando como profesores secundarios... menuda diferencia de clase...


Sabri y yo como estudiantes infiltrados en la clase de Mike.

Si queríamos hacer algo de provecho, debíamos hacer algo distinto con los niños... Y así lo hicimos el resto de las semanas. Sabri se quedaría con los mas pequeños (de 5 a 8) y yo con el resto (de 9 a 13).
Tras el reparto, eso ya parecía mas una clase... (bueno, excepto por la pobre Sabri que se las tenia que ingeniar cada día para hacer de madre y profesora a la vez).
Cada día por la mañana, después de nuestras horas de trabajo en la granja, nos metíamos en la oficina y nos estrujabamos los sesos con nuevos juegos y maneras de enseñar cada día algo nuevo, ya que por otra parte empezábamos a saber el nivel que rondaban. Hasta creamos un documento excell donde cada profesor, debería apuntar lo que enseñara, para que los siguientes, supieran donde nos habíamos quedado y no volverles a enseñar lo mismo.
A lo largo de la semana, la cosa empezaba a funcionar de verdad.

Tras las clases, la vuelta a la granja era de lo mas curioso, ya que a las 7,30 pm es de noche y esta completamente oscuro, y aquí no hay farolas en la carretera. Lo que hay son unas grandes zanjas a los lados con las que debíamos tener cuidado. Menos mal que llevábamos unas linternas y hacíamos el camino de la mejor manera.
Yendo en grupo, sin apenas gente por el camino, a oscuras y con el cielo repleto de estrellas, no nos creíamos donde estábamos.



Fotos, Julen Esnal.
Aqui os dejo los enlaces tanto de la granja, como de la organizacion EEFA.

Continua en Vang Vieng y nuestro voluntariado (II).


No hay comentarios:

Publicar un comentario